Guerrera
Me arrastro sigilosamente
rozando la tierra,
como una serpiente
tras su presa.
Conozco bien
la quietud del silencio,
la inmovilidad
y la petrificación
tanto como la carrera veloz,
el pecho agitado
y la danza de las caderas...
Saben mis pies adónde llevarme.
Son mis ojos la punta de mi flecha.
Mi escudo?
Mi estrategia.
Muchas veces he caído en batalla.
Pero nada me detiene.
Corre sangre fuerte por mis venas.
No en vano eran de piedra mis ancestros.
Cuando pierdo el rumbo,
regreso a casa,
desando mis pasos.
Camino.
Me detengo cuando necesito hacerlo,
pero no demasiado
para no perder el ritmo.
En ese tiempo afilo mi espada
y observo la montaña.
De nuevo me levanto
y sigo mi camino.
Mi lucha es diaria
y mi fuego crece.
Comentarios
no dejemos de serlo nunca!
me hacen falta amigos cófrades, el acto de crear con personas maravillosas y llenas de pasión se hace extrañar.
falta poco para verles.
Lindas palabras.
Un abrazote.
y los guerreros se consuman en las llamas
suelen purificar siempre un alma raptada
atemorizada por las horrendas risas
de chacales
pero crecen