Entradas

Mostrando las entradas de 2021

El Oso de la Luna Creciente

Imagen
"La curandera le aseguró: -Sí puedo, pero necesito un ingrediente especial. Por desgracia, se me han acabado los pelos del oso de la luna creciente. Tendrás que subir a la montaña, buscar al oso negro y traerme un solo pelo del creciente lunar que tiene en la garganta. Entonces te podré dar lo que necesitas y la vida te volverá a sonreír." El oso de la luna creciente Hoy voy a contar mi versión de los hechos. No estuve ahí. Nadie me contó esta historia. Sólo la sentí.  Mi animal de poder es el oso. El de él también. Lo vi la primera noche que hicimos el Amor. Lo vi claramente, como cuando duermo y veo mis sueños.  Hace poco lo vi de nuevo. Esta vez era un oso polar. Entonces recordé este cuento.  Pude ver otro final para la historia de esta muchacha. Vi una muchacha que se quedaba en el bosque. Con el oso. Olvidó al esposo con heridas emocionales de guerra, que cerró su corazón del todo, a la posibilidad de sentirse amado por una esposa más que dispuesta a servirle. La mucha

Yo soy la que soy

Imagen
Siento que estoy lista para  mudar de piel, de casa.  Mi hogar está dentro de mi, desde el fuego de mi útero, hasta el fuego de mi corazón. Lato, lato, lato. Vibro.  Soy música, aire, viento.  Soy tierra, aire, flor. Soy fuerza, fuego, alimento. Soy agua, armonía, lluvia. Yo soy la que soy.

Todos los humanos piensan

Imagen
Por Yei Hidalgo y Cristibel Leandro Guión de Radioteatro para el curso de Locución en Línea, de la Escuela DeleFoco Un pensamiento recorre su cerebro. Es alto, delgado. Camina despacio pues apenas aprende a usar sus piernas. Tiene barba, desgarbada. Sus facciones son marcadas, con pómulos que sobresalen de su delgado rostro.  Sus ojos son claros, color miel tirando al ámbar. Se puede ver a través de su mirada inocente e intrigada a la vez.  Descubre sus manos, como si siempre hubieran estado ahí, pero hasta ahora tienen un propósito. Rómulo acaba de atravesar un portal del tiempo, y aún no puede comprender quién es y qué está haciendo ahí. Sumido en sus pensamientos, lo sorprende la voz de un hombre: Todd – ¡Hey, vos! ¿Quién sos? ¿Qué hacés en esa cueva? Rómulo – (DUDA) No … lo sé… Todd deja sus instrumentos de pesca y le extiende una mano. Todd – Vení, hombre. Te voy a ayudar a salir. Rómulo está inseguro, pero accede. Todd – Tomá esto. Cubrite. Rómulo se viste

Aire

Imagen
  Aire, por KC Fotografía. En el Aire nacen las ideas, y también se esfuman. Aire es el elemento de mi hija Ámbar. Es mental. Se lo cuestiona todo. Le atrae la ciencia, el por qué de las cosas. No cree en la magia como yo.  Cuando era niña, amaba mecerme en las hamacas... Sentir esa sensación de mecerme tan rápido que casi podía alcanzar el cielo, e imaginaba que volaba, como en mis sueños... Cuando regresaba de la escuela o el colegio con mi papá, me gustaba sacar la mano por la ventana y jugar con el viento y la velocidad, formando figuras en el aire. Mis manos bailaban como años después aprenderían Belly Dance, pero con técnica. Esa sincronía de preveer e intuir la realización de tus sueños... Algún día volaré en un delta. No haría bungee jumping. Tengo mis razones... AMO sentir la brisa del Mar. Me gustaba sentir la sensación del viento helado en mis piernas cuando viajaba en la moto de Mr. Big. No me gusta el frío. Imaginaba que habían telas larguísimas a los lados, y que me rozab

FUEGO

Imagen
  Foto: William Eduarte. Todos y todas tenemos un fuego en nuestro interior. Cuando morimos, perdemos la temperatura porque se escapa ese hálito de Vida. Tiene que haber mucho fuego en el parto, mucho fuego al hacer el Amor. Hay fuego en el calor de nuestro hogar. Necesitamos fuego para cocinar nuestros alimentos. Qué cara pondrían los primeros seres humanos que descubrieron el FUEGO. Sí, el fuego también produce miedo. Lo he visto. Muchas hermanas mujeres fueron quemadas en la hoguera por ser inteligentes, por tener conocimiento. El conocimiento les dio poder... y las quemaron. Sí, las llamaron brujas.  El fuego se lleva las cenizas de lo que ya fue. Así quemamos las cosas que ya no necesitamos, las cartas que no quisimos entregar o que queremos olvidar. Quemamos también intenciones. Intencionamos con el fueguito de una vela, elevamos nuestro rezo con el fuego de un sahumador. Con un sahumador queman también incienso en las iglesias.  Hay mucho fuego también en nuestro enojo. El cuerp

Tierra

Imagen
Para conectarse con la Tierra hace falta crear la conexión. La traemos. No es casual que hayamos elegido encarnar en este mundo.  La Tierra es una madre generosa, abundante, próspera, fértil. Basta con observar la naturaleza para comprenderlo. Tenemos que sanar esa conexión con nuestra madre, la Pachamama , Gaia , como también le llaman. Donde vivo, pasa el camión de reciclaje. Guardo todo lo que se puede reciclar. Reutilizo lo que puedo reutilizar. Aún no tengo espacio para sembrar, pero tengo plantas en macetas.  Mi abuelita paterna era maravillosa con las plantas. Tenía un conocimiento profundo de sus usos y sus cuidados. Sabía cuándo debía podarlas. Conversaba con ellas. Su patio y su jardín siempre se mantuvieron hermosos y bien cuidados. Éste es un tiempo maravilloso para sembrar, para volver a la Tierra. Sembrando honramos a este gran espíritu que nos provee los alimentos y las medicinas. Y no necesitamos comprarlos. Podemos compartirlos con nuestros vecinos, o venderlos, o enco

Agua

Imagen
Cuando estoy dentro del Mar, tengo la sensación de que pertenezco a ese lugar. Volver a tierra es lo difícil. En algún momento fui una criatura mitológica marina. Lo sé. No me pregunten cómo. Sólo lo sé.  Mis emociones se mueven dentro de mi como lo hacen las mareas con los cambios de Luna. Puedo ir a las profundidades. Conozco la oscuridad. He navegado en ella. He luchado por no caer de nuevo. No se lo deseo a nadie. Desde la última vez, me dediqué a sanar, a llenarme de Luz. Dentro del Mar, con los rayos del Sol, los colores de la naturaleza marina se vuelven más iridescentes. Así entra la medicina al alma cuando se toma. La medicina espiritual. La otra, en la que están pensando, sólo es como una droga que te provoca un mal viaje, y con el tiempo, dependencia. Para sanar, hay que ir a la raíz, al origen. Y no, no es fácil. Requiere trabajo. Es como una limpieza profunda. Probablemente salgan cosas que no querás ver o enfrentar, pero una vez que terminés tu trabajo, te liberarás. Y lo