Asalto no. 11
C había ido a mi casa. Era tarde y mi papá iba a ir a dejarla a su casa. Pero para variar estaba distraído conversando con un vecino. C se había sentado en el asiento del copiloto y yo esperaba atrás. El auto estaba encendido y empezó a avanzar. Le dije a C que tratara de frenarlo. Y ella, sin moverse de su asiento, tomó la manivela y trató de frenarlo con el pie. El carro siguió avanzando y yo gritaba desesperada. Decidí tomar el volante, y me pasé al asiento delantero. Tenía mi pie derecho sobre el freno, con todas mis fuerzas, y el maldito carro no se detenía. Recuerdo que avanzamos muchísimo. Tenía que frenarlo algún obstáculo, pero eso ocasionaría un fatal accidente. Y antes de que pudiéramos pensarlo nos encontramos con que la calle terminaba allí, en un abismo. El carro se llevó las "señales" de prevención y caímos al vacío. Volví a ver a C, y sentí el impulso de abrazarla. Evidentemente íbamos a morir. Sentí un vacío en mi estómago. El carro cayó... "suavemente" sobre el césped, donde habían caído otros autos. Le dije a C: "salgamos con cuidado". Y así lo hicimos. Tenía el temor de que el auto explotara tras el golpe, como en las películas. Ambas nos bajamos del carro, ilesas. Sin embargo el carro estaba hecho leña. Estaba todavía asustada de la impresión... y desperté.
Comentarios
Saludos
En algún diccionario de sueños leí que este tipo de sueños se relacionaban con el control que creemos tener de nuestras vidas, algo así.
Te mando un abrazo hasta Tiquicia.