Aguacero
Llueve, y el espanto se hace trizas. Llueve, y procuro hacerme un ovillo. Llueve en tus ojos, llueve en mis labios... Me armo con cada gota, y cada gota me hace más fuerte. Llevo adentro un aguacero, de ramas caídas, de horizontes lejanos, de cielos despejados. Me sacudo el agua: el agua me ha eternizado. Después de mojarme el alma, me escurro de recuerdos.
Comentarios
Pasé también por intralluvia y me gustó mucho, igual que este.
No bailo tango, pero algunas poesías mías tienen ese estilo de contenidos, tal vez podríamos aprenderlo...
Un cariño rioplatense
dias en que quisieramos no tneer cabeza, simplemente para no pensar
El mal sabor se va cuando no nos importa más nada que dar.
El mal sabor se va con esas cosas que son tan difíciles de alcanzar.
dicen que el alcohol de aire sirve para la resaca...
Gracias por tu visita al blog, y gracias por tus alentadoras palabras. Un beso.
Salud.