Sentir...

Ahora mismo estoy sudando limón ácido. Y mis lágrimas son de azúcar. Cada vez de mi cráneo crecen más canas. Y si las arranco, crecen otras. Se parecen a mis ex amores. Algunos vuelven, otros los resucito. Aunque de ellos no queden más que fantasmas.

Hay fantasmas que recobran sus vísceras y que se quieren devorar las nuestras. Yo quiero beber agua fresca, pero extraño los besos. Deseo hartarme de besos, y de caricias, por todos los años que me he engañado el corazón. Una se tapa las cicatrices con la bosorola del café, pero la sangre insiste en asomarse.

Yo que deseo hartarme de besos... hacer el amor durante el día, la noche y el día siguiente, brotar poesía, pero no de dolor. Yo que deseo lo que creo que me merezco y en cambio he recibido un rechazo, tras otro, tras otro, tras otro.

A mis ojos se está asomando la melancolía. Yo que deseo hartarme de risas, de las risas que me prodigue mi amante.

Al Mar le he pedido, que se lleve lo viejo, que me traiga lo nuevo, y lo que he recibido son palos y piedras de viejos barcos piratas.

Para qué un corazón que sabe amar, si tiene que guardarse de sentir. Para qué un corazón apasionado, si tiene que callar su palpitar, para qué un corazón cargado de deseo, si ha de durar todo lo que dura un suspiro ahogado.

Que no me tapen más la boca, que tengo tanto por decir, tanto por gritar, tanto por amar, que ni sospechás...


Estrella Morente - Volver

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