Asalto no. 6

No acostumbro tender la cama. Sinceramente, me da pereza. Pero que mi cama se vengue de mi, esto ya es demasiado... Trataba de desenredarme de las sábanas, cobija y colcha que me abrigan cada noche y no lo lograba. Mientras, tú estabas de pie, frente a mí, mirándome, sin ayudarme a deshacerme de mis propias cobijas, que no me dejaban levantarme. Estarías muerto de risa, aunque parecías indiferente, mientras seguías hablándome y yo no me detenía en la lucha. Era una pesadilla. De hecho, te llamé para contarte y reírnos juntos de mi pesadilla. Pero cuando pretendí llamarte logré desembarazarme de mis cobijas: era la una de la mañana. Me puse mi buzo de dormir y me sedé con un par de Panadol antigripales.

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Comentarios

Anónimo dijo…
Imagínese si la cama se vengara de todo lo que uno hace en ella, buajajaj.
zuzurro dijo…
yo siempre pierdo contra las cobijas

ellas se apoderan de mi, me golpean, se ríen y me seducen...

malditas cobijas...tienen potencial porno
Kri§ dijo…
Mi cama me odia tanto que no me deja ni siquiera dormir... :( y mis cobijas en vez de luchar conmigo huyen despavoridas de mi quietud para dormir, terminando tiradas en el suelo.
Anónimo dijo…
por eso la cama debe tener cobijas con orejas brazos y algo mas....ummmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm

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