A que sí, a que no, a que vos, a que yo...
También acostumbro sacar la lengua. Así que se la saqué a mi primo. El: ¿Cuántos años tienes? Yo: ¡Menos que vos! El: ¡Se nota! Me lo topo de frente en el baño y le vuelvo a sacar la lengua. El: ¡Te la voy a cortar! Yo: ¡No! ¡La necesito! ¡Y ni te cuento para qué...! El: ¡Ni quiero saber! Horas después, me vinieron a recoger en moto. Salí, minutos después, y sólo estaba el dueño de la moto con su casco... Yo: ¿Y la moto? El: Tu primo anda dando una vuelta. Y la veo venir, mi primo conduciéndola, en panta, suéter con gorro, sonrisa de oreja a oreja, baja y sube la cuesta, sube y baja la cuesta... Al final... ¿quién es más güila? ¡carajo!