Reminiscencias
Precisamente si hay algo que no puedo dejar de ser es una niña. Muchas veces actúo como una niña pequeña. Y hasta puede ser molesto. Pero no voy a negar que me encanta.
Ahora es más que una promesa de no olvidar jamás que lo fui. No puedo dejar de jugar. Lo difícil es que... nunca me gustó perder. Ahora me toca admitirlo, y punto. Perder es también avanzar una casilla, no precisamente retroceder.
También me encanta jugar escondido. Y no ser encontrada. Ahí es donde el juego adolescente no cabe... porque el objetivo es otro...
Y mirar donde no se ve, y descubrir lo que supuestamente no existe. Soñar, sigue siendo para mi completamente válido (y terminé hablando como un adulto)...
Ahora es más que una promesa de no olvidar jamás que lo fui. No puedo dejar de jugar. Lo difícil es que... nunca me gustó perder. Ahora me toca admitirlo, y punto. Perder es también avanzar una casilla, no precisamente retroceder.
También me encanta jugar escondido. Y no ser encontrada. Ahí es donde el juego adolescente no cabe... porque el objetivo es otro...
Y mirar donde no se ve, y descubrir lo que supuestamente no existe. Soñar, sigue siendo para mi completamente válido (y terminé hablando como un adulto)...
Comentarios
Lo extraño es cuando en algun momento quiera petaerle las espinillas a una amiga para decirle que me gusta.
^^