Por un recuerdo...

Hay momentos que merecen la pena trasnochar... sabiendo que a la mañana siguiente toca madrugar...

Eran las 12:45 am ... y aún estaba...¡patinando! Así decidió celebrar su cumpleaños una amiga mía, y pues, no se valía faltar.

Era cómico, y hasta patético, ver a unos cuantos venteañeros, y otros tantos de treinta patinar a duras penas por la pista casi vacía (¡lo que hacen los amigos!).

Curioso, pero desde que recuerdo (y tenía 5 años), siguen siendo la misma pista, las mismas luces, las mismas paredes, las mismas gradas, y hasta la misma música setentosa u ochentosa, con su aporte reggaetonero, que ni modo: no puede faltar.

Nada como el aire sobre la cara cuando se da la vuelta... ni como las caídas estrepitosas sobre el suelo, ni como esas luces con forma de ruedita que se proyectan en el suelo: recuerdo que jugaba a perseguirlas. Más adelante jugaría a perseguir algunos ojos verdes... o a esquivar a algún arrogante patinador que se conducía a toda velocidad.

Quien pasó sus fines de semana sobre cuatro ruedas... sabrá de que estoy hablando.

Image hosted by Photobucket.com

Comentarios

Diego dijo…
Solo iba a Monty's a patinar y nunca me gustó. Siempre fui bien malo patinando...

Pero es bueno tener recuerdo de infancia, es divertido rescatar esos sentimientos. ^^

Es extraño a la vez

Entradas más populares de este blog

Aguacero

La Chaskañawi

Sólo vine por una copa