La Muerte como una semilla

El lunes fui a un funeral. En el camino me enteré de que íbamos a un templo cristiano protestante. Sí, de esos en los que el pastor alza la voz, y junto a sus hermanos (pues todos lo son), alzan su mano derecha y gritan: ¡ALELUYA! Uno a uno pasaron los hermanos a dar el testimonio de una señora mayor que al parecer se caracterizó por su fé y perseverancia. Además hubo cantos. Uno de los nietos de la señora tenía una voz maravillosa... La nieta... pues... pensé que debería tomar clases con su primo. Hasta ahí todo "normal".

Lo que realmente me llamó la atención, fue cuando, antes de invitarnos a pasar al cementerio, el pastor dijo: no vamos a sepultarla, vamos a sembrar una semilla. Entonces levanté la cabeza, y volví a ver a mi compañera de al lado pestañeando dos veces. Él continuó su discurso: "...la semilla que va a dar fruto en el Paraíso".

- Interesante concepto, le dije a mi compañera. Yo creo en la reencarnación.
- Yo también, me respondió.

Evidentemente todas las religiones coinciden en la esencia y luego se separan en las ramas. O, retomando la metáfora, en la semilla, en las raíces. Para mi (y para otros que piensan como yo), todo es energía. Todo cambia, todo se transforma. Me interesa el saber cómo las religiones tratan de explicar (y esto a través de la fé), cómo la Muerte es sólo un paso, un cambio, una transformación. No todo acaba ahí. ¿Quién es capaz de comprobarlo? Nadie. No hay base científica. Yo creo en la Metafísica. El pastor en cuestión y sus respectivos hermanos, en el Paraíso. ¿Pero qué pasa con quien no cree? Le tocará comprobarlo por sí mismo. Tal como nosotros, "los creyentes".




Comentarios

Entradas más populares de este blog

Aguacero

La Chaskañawi

Sólo vine por una copa