La escena

- En mis 26 años de carrera no había visto nada igual. Tiene que venir por ella. Según el protocolo de la institución, no puede venir a clases hasta que esté completamente recuperada. ¡Puede contagiar a los otros niños!
- (Tragando saliva) La entiendo, pero póngase en mi lugar. Tengo que ir a trabajar, ya he faltado varios días..
- Póngase usted en mi lugar, yo tengo que velar por los otros niños y por el prestigio de la institución.
- Pero estoy sola, entiéndame. Necesito trabajar para poder pagarle a usted. ¡No me queda de otra!

Mientras caminaba por la calle con el teléfono, en la acera del frente, por esas cosas del destino, se cruzó con él, en el preciso momento en el que dijo "estoy sola". Sus miradas se congelaron por unos segundos. Ella alcanzó a pensar: la Vida es irónica, y siguió negociando con la Directora, sin dejar de caminar.

Él siguió su camino, en dirección al teatro. Y se inspiró en esa escena para la obra que estaban montando.


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