María

 Para Ámbar, Marcos y Leo.


Subiendo la montaña, va María. Despacito, despacito, tras ella, van sus llamas: T'ika, Tuta, Inti y Tambo.

En su aguayo, María recoge hierbas medicinales, mientras sus llamas pastan. Palo piche, tepazán y cocolmeca. De su bolsita toma unas hojitas de coca para mascar. Eso le da energía para todo el día. Eso y su almuercito de quinua.

En la montaña, María ve pasar el día, ve el cielo azul celeste cambiar de colores, hasta que cae el Sol, y pinta los nevados Andes de rojo y amarillo.

María encuentra una cantuta, y brilla con los últimos rayos del Sol. Se le ilumina la carita y arranca unas flores para llevar a su mamá.

- T'ikaaaa, Tuuuutaaaa, Intiiii, Tambooooo...

Ya es hora de regresar a casa, y la siguen sus llamas por el sendero. Parece que van mascando coca. Parece que van sonriendo. 

En casa la espera su mamitay, que le preparó una sopita. Afuera está su tata, que acaba de regresar de cosechar papas todo el día. La reciben con sus sonrisas blancas y María corre a abrazarlos a ambos.


Inspirado en este cuadro de mi abuelo, Hugo Aguirre Macuaga.




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