Adivino



Adivino los pasos que tus dedos quieren dar sobre mi cuerpo.

No estás, pero tu recuerdo me humedece.

Te siento, te presiento, te adivino.

Sumerjo mis cabellos en tu piel, como una promesa.

Te pregunto cuál es el sabor que habita en mis pechos,

y me contestás con una exhalación.

Te sueño, te siento, te presiento, te adivino.

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