31

Muy a pesar de mis carencias económicas, puedo plantarme y decir: me siento plena. ¿Qué mejor que 31 años bien vividos? A cada instante procuro vivir como si se tratara del último suspiro, intensa y apasionadamente. A veces me desbordo, pero procuro estar despierta, entendiendo cada paso que doy, cada mensaje oculto o directo que recibo.

Estoy rodeada de gente que amo y que me ama. Quienes desean hacerme una zancadilla son los menos, por fortuna. Y si me caigo me levanto de nuevo. Al menos la ingenuidad me abandonó hace muchos años.

A estas alturas me han hecho canción, poema y cuento. Es hora de que la musa publique su propia historia. He hecho de las artes mi modus vivendi, o bien, he procurado hacer un arte de lo cotidiano. Me río de los absurdos de la existencia, y convivo con ella, sin abandonarme en la melancolía: hace años que abandoné el Romanticismo.

Cada vez abro más los ojos, sin perder la capacidad del vuelo, ni la de desvanecerme en el agua. Fluyo como el río: me niego a estancarme. Y cuando eso sucede, la Vida misma se encarga de empujarme adonde debo estar. Así es que lo menos que puedo estar es agradecida: Gracias Vida, por haberme dado tanto...

Photobucket

Comentarios

Anónimo dijo…
es muy bonito lo que escribes, me siento algo identificado, si quieres pasate por el mío, al igual hay algo que puedas aprovechar.

http://tengoalgoquecontar.wordpress.com/
que hermosa reflexion. Me siento identificado, cumpliendo apenas un año menos, pero en la misma realidad.

Ademas, pero no menos importante;
hermosa en la foto, de verdad.

Entradas más populares de este blog

Aguacero

La Chaskañawi

Destello