I put a spell on you...

I put a spell on you, because you are mine...


Ya que no puedo tocarte, dejame hacerte el amor con mis palabras.

Sos capaz de desnudarme con una mirada, de colarte en mis sueños, de lograr que el tiempo no borre el deseo.

Durante mil y una noches nos he imaginado, desnudos de nuestros miedos, frente a frente, besándonos incontrolablemente, golpeando nuestras caderas, mientras tu perfume y el mío se fusionan en un mismo aroma.

Cómo podemos estar tan cerca, y a la vez tan lejos, si nuestros corazones palpitan más rápido... Me pregunto si a tan corta distancia, también podré ver el brillo de tus ojos negros.

Hay un mundo onírico, donde nos hemos visitado el uno a la otra, y viceversa, y nos hemos penetrado más profundo de lo que nuestros cuerpos podrían.

Quiero verte jadeante, sobre mi, sin pensar, sólo sintiendo que el momento es nuestro, que nos merecemos el uno a la otra. Y que descansés luego sobre mi pecho, sobre mi sexo, satisfecho, feliz: felices. Entonces no nos deberemos nada más.

El recuerdo será nuestro, y podremos evocarlo cada vez que queramos. Cerrar los ojos y perdernos en el instante en el que finalmente nos entregamos la una al otro. Mi piel también te recordará, y se estremecerá con el recuerdo, sobre todo cuando la Luna decida ocultarse.

Dejame acariciarte con mis labios, elevarte con mis movimientos, despertarte emociones que aún no has descubierto.

La puerta estará abierta, sólo por una noche...






Comentarios

Entradas más populares de este blog

Aguacero

La Chaskañawi

Destello