La cápsula

Última tecnología. Reproduce hologramas. Se programan las luces. Pongo luces bajas para un ambiente más íntimo. Le pregunto si trae a alguien o seré su acompañante. Invitó a una chica y no es su novia. Con que esas tenemos...

Invitó a Mr. Big. Antes de aparecer, lo vemos en todas las pantallas, y en holograma. Está guapísimo. Hasta se ve más joven. Se deja ver con una música hip hop de fondo, y con su característica sonrisa.

- ¿Esta cápsula es tuya? - le pregunta él a Big.
- No, bueno, sí, es de ambos - le contesta mirándome. ¿Te gusta? - le pregunta con su acento colombiano.
- Maeeeeeee... está rajado.

Enciendo un botón, y de las paredes, salen las bailarinas. Susurramos juntas, rapeamos, iniciamos una coreografía siguiendo la música. Él se queda sólo. Evidentemente, su chica no sabe la coreografía. Además, está anonadada con la tecnología de la cápsula.

Bailo para Big. Miradas y sonrisas van y vienen, como en los viejos tiempos. La tensión sexual se apodera del ambiente de la cápsula. Pedimos unos tragos para refrescarnos.

Cambio de música. Clásica, pero intensa. Se forman parejas y se representan escenas dramáticas y hasta trágicas, al mejor estilo de Romeo y Julieta. Cambio de vestuario. La cápsula se desintegra. No logro alcanzar a Big. Tampoco a él. De nuevo sola. Despierto del sueño.


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