Manifiesto

Debajo de toda la falacia del "deber ser", de las imágenes divinas que me representan, de lo que me han enseñado, de cómo debo comportarme, moverme, expresarme, reírme, vestirme, caminar, hablar, ¡pensar!, y -peor aún- hasta sentir, hay una mujer que vibra, sueña, vuela, necesita, desea y ama, como cualquier otro ser humano que tenga piel, huesos y alma. ¿Cuál es la diferencia? La diferencia es preconcebida, de carácter sociocultural, resultado de un proceso que aún no llega al equilibrio. Por eso el cuestionamiento, la lucha y el trabajo de muchas mujeres y hombres concientes, con la mente y el pecho abiertos, "de par en par los sueños". Por eso es que soy fiel a mi misma, a lo que creo y a lo que me nace hacer en el momento presente, porque el aquí y el ahora son únicos e irrepetibles.

Comentarios

NiNoSkA NoGaLeS dijo…
y me reconozco en tus palabras!!! las siento de una mujer libre y soñadora a la vez, con los pies y el corazón bien puestos en su ahora, dispuesta a vivirlo, enfrentarlo y gozarlo!! eso posible solo cuando lo pasado es experiencia y el futuro porvenir!
asi sea ese manifiesto!!!
arriba!!!
un abrazote amiga
Despecador dijo…
Y saber que, después de todo, no hay separación. El pensamiento anticipa al verbo y el verbo precede la creación de lo tangible.

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