El negocio del entretenimiento

Cada quién nace para algo. A mi en esta Vida me tocó dedicarme a entretener. Y he tenido múltiples trabajos. Pero lo que la mayoría tienen en común es que trabajo para que otros se entretengan, y bueno, muchas veces para mí ha sido entretenido, pero no siempre. Cuando me da por cuestionármelo todo, o cuando me da la Luna, o el SPM, pienso que debería estar yo, sentada en una mesa, tomándome todo el vino que me de la gana, coreando canciones hasta quedar disfónica, riendo hasta que me duela la panza y batiendo las palmas, en lugar de ver cómo otros se entretienen. Pero bueno, por ahora me toca ser expectante, qué se le va a hacer. Esperaré que el reloj de las 12, como la Cenicienta, para empezar la fiesta, en un pueblo chico que no tiene la costumbre de iniciar su vida nocturna después de las 12, como otros pueblos, y otras ciudades que yo debería estar conociendo, en lugar de estar posteando sobre este asunto, pero en fin, ya ven cómo el SPM, y la falta de serotonina hacen que me ponga en estas. No jodo más con el temita, y me voy a parar en la entradita, y a sonreír con la mejor cara que tenga disponible, porque más mesas no nos quedan por el momento, señor, disculpe, si gusta puede esperar mientras toma una degustación: ¿prefiere Shiraz o Chardonnay?

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