Nueve cosas que me hacen feliz (o mejor que sean diez)
Hace unos días, Ladybug me dejó una tarea, que por positiva, pienso seguir la cadena... Y dado que he estado tan melancólica en mis últimas publicaciones, y que iniciar algo bueno genera cosas buenas, entrémosle de una a mi lista:
1. El chocolate. En todas sus presentaciones. Helado, en barra, líquido (frío o caliente). Pero nada comparado con la bomba de chocolate de Il Panino (sin querer terminé haciendo publicidad). Un delicioso queque con chocolate caliente derretido por dentro, acompañado de una bola de helado de vainilla. Pero lo superó el queque de chocolate con nueces que me comí hace unos días en La Chocolatería de Escazú, con mi amiga Adri, ¡bañado en sirope de chocolate! Simplemente orgásmico. "- Esto supera a muchos hombres". Yo sólo pude reírme. Y es que esto lleva a mi siguiente punto:
2. Un buen momento en buena compañía Compartir un momento, por improvisado o pequeño que sea, con gente que me quiere y que quiero, me hace realmente feliz, me cambia el humor, le da otro color al día, o a la noche...
3. Y hablando de la noche... contemplar la Luna, brillando en el cielo con su luz espectral, en cualquiera de sus fases. Más en noches como esta de Luna Llena. Aunque confieso que me desacomoda ciertas fibras o nervios, que en el peor de los casos pueden causar el llanto, o algún desequilibrio emocional. Ejem.
4. El mar Nada como estar flotando en sus aguas, sentir el agua flotándome en el alma, lavando heridas, despertando esos deseos de ser sirena y de no regresar a tierra más nunca.
5. Hacer el amor ¿Qué relación tiene con el mar? Mmm... me lo reservo, pero que la tiene, la tiene. ¿Recuerdos? Sí, los tengo. Ya confesé. De una buena sesión de sexo, disfruta cualquiera, pero hacer el amor, es muy diferente. Es una frase tan desvirtuada, que perdió el verdadero sentido de la vivencia. Pero sí, que hermoso y delicioso que es amar y sentirse amada. El cuerpo, tiene su lenguaje propio, y hay sentimientos que no se pueden traducir en palabras...
6. Bailar. Siempre me gustó, y en el momento que descubrí la danza del vientre, sencillamente me enamoré, tanto que ahora estoy metida hasta las tapas. Bebo, como, pienso y sueño belly dance. Bailo sola o con mi grupo. Recibo y doy clases. Y me ha permitido conocerme, valorarme, entenderme y me ha dado la oportunidad de transmitir lo que siento y pienso a otras mujeres. Me hace sentir aún más orgullosa de ser mujer.
7. Escribir. Desde niña llevaba mi diario. Es inherente a mi. Me encanta contar historias. Y a veces pienso que me expreso mejor escribiendo. Al menos, hablando de pensamientos y sentimientos. Y es curioso, porque en mi profesión me corresponde hablar. Y ahora que lo pienso, me comunico de múltiples formas.
8. Escuchar. Me gusta atender a la gente. Hay mucha necesidad de sentirse escuchados. Cada persona es un universo infinito, y puede resultar súper interesante.
9. Ir de compras. Y bueno, sí. Me dio lo "material girl". Solía ser compradora compulsiva, lo confieso. Pero tengo mucho tiempo de no darle gusto a mi vicio. Al punto que ya es necesario e imprescindible cambiar de look. Y a esto le sumo ir al salón. Me encanta que me pinten las uñas, que me arreglen el pelo. Es una forma de chinearme y sí, me cambia el día, me hace sentir bien, aunque sea un cambio externo, es un cambio. Y sí, me gusta sentirme bella. Aunque con conciencia de que la belleza es lo que se proyecta.
10. Y para cerrar... tener éxito en algún proyecto Pienso que todo hecho surge a partir de una idea. Y comprobar que he tenido un logro, en algo que me he propuesto, es maravilloso. Me da esperanza. Despierta todo lo que creo, y confirma que lo que creo, es real. Todo está dispuesto para ser de la mejor manera. Y todo fluye para que pase de esta forma.
Y aquí queda mi invitación para que sigan la cadena.
1. El chocolate. En todas sus presentaciones. Helado, en barra, líquido (frío o caliente). Pero nada comparado con la bomba de chocolate de Il Panino (sin querer terminé haciendo publicidad). Un delicioso queque con chocolate caliente derretido por dentro, acompañado de una bola de helado de vainilla. Pero lo superó el queque de chocolate con nueces que me comí hace unos días en La Chocolatería de Escazú, con mi amiga Adri, ¡bañado en sirope de chocolate! Simplemente orgásmico. "- Esto supera a muchos hombres". Yo sólo pude reírme. Y es que esto lleva a mi siguiente punto:
2. Un buen momento en buena compañía Compartir un momento, por improvisado o pequeño que sea, con gente que me quiere y que quiero, me hace realmente feliz, me cambia el humor, le da otro color al día, o a la noche...
3. Y hablando de la noche... contemplar la Luna, brillando en el cielo con su luz espectral, en cualquiera de sus fases. Más en noches como esta de Luna Llena. Aunque confieso que me desacomoda ciertas fibras o nervios, que en el peor de los casos pueden causar el llanto, o algún desequilibrio emocional. Ejem.
4. El mar Nada como estar flotando en sus aguas, sentir el agua flotándome en el alma, lavando heridas, despertando esos deseos de ser sirena y de no regresar a tierra más nunca.
5. Hacer el amor ¿Qué relación tiene con el mar? Mmm... me lo reservo, pero que la tiene, la tiene. ¿Recuerdos? Sí, los tengo. Ya confesé. De una buena sesión de sexo, disfruta cualquiera, pero hacer el amor, es muy diferente. Es una frase tan desvirtuada, que perdió el verdadero sentido de la vivencia. Pero sí, que hermoso y delicioso que es amar y sentirse amada. El cuerpo, tiene su lenguaje propio, y hay sentimientos que no se pueden traducir en palabras...
6. Bailar. Siempre me gustó, y en el momento que descubrí la danza del vientre, sencillamente me enamoré, tanto que ahora estoy metida hasta las tapas. Bebo, como, pienso y sueño belly dance. Bailo sola o con mi grupo. Recibo y doy clases. Y me ha permitido conocerme, valorarme, entenderme y me ha dado la oportunidad de transmitir lo que siento y pienso a otras mujeres. Me hace sentir aún más orgullosa de ser mujer.
7. Escribir. Desde niña llevaba mi diario. Es inherente a mi. Me encanta contar historias. Y a veces pienso que me expreso mejor escribiendo. Al menos, hablando de pensamientos y sentimientos. Y es curioso, porque en mi profesión me corresponde hablar. Y ahora que lo pienso, me comunico de múltiples formas.
8. Escuchar. Me gusta atender a la gente. Hay mucha necesidad de sentirse escuchados. Cada persona es un universo infinito, y puede resultar súper interesante.
9. Ir de compras. Y bueno, sí. Me dio lo "material girl". Solía ser compradora compulsiva, lo confieso. Pero tengo mucho tiempo de no darle gusto a mi vicio. Al punto que ya es necesario e imprescindible cambiar de look. Y a esto le sumo ir al salón. Me encanta que me pinten las uñas, que me arreglen el pelo. Es una forma de chinearme y sí, me cambia el día, me hace sentir bien, aunque sea un cambio externo, es un cambio. Y sí, me gusta sentirme bella. Aunque con conciencia de que la belleza es lo que se proyecta.
10. Y para cerrar... tener éxito en algún proyecto Pienso que todo hecho surge a partir de una idea. Y comprobar que he tenido un logro, en algo que me he propuesto, es maravilloso. Me da esperanza. Despierta todo lo que creo, y confirma que lo que creo, es real. Todo está dispuesto para ser de la mejor manera. Y todo fluye para que pase de esta forma.
Y aquí queda mi invitación para que sigan la cadena.
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