Cadáver exquisito 2
Selectos ángulos partidos,
Algebra uno, sumar momentos, restar culpas, crear un resultado según mis intenciones y despegar la lección de la pizarra del tiempo.
Pero tus ojos, abriéndose, son dos lunas pariendo versos que de tus senos penden.
Entonces bajo, adentro, espaciando los recortes hallados.
Igual emitimos juicios, todos, apedreamos a la prostituta, que era cierta con cara de cerdo, luego todos al espejo e indiferentemente se asomaba el cerdo en cada reflejo.
Pero qué risa la tuya, se me desprenden todos los eneros...
Podría alzar un par de cuervos y... lanzarlos o morderlos.
Algebra Dos, estuve ausente, enseñaron a desconfiar del resultado...
Y qué carajo! El grito me viene cuando entre las lunas tuyas, contamino las mías...
Avanzo dos pasos en falso, retrocedo tres y brinco cuatro.
Revisé la lonchera, había un mensaje y una foto: "corre, te estás deshaciendo" - decía el papel.
Y es que, qué pecho abrimos, sino ese propio? Qué fin es más digno, sino el de tres manos abriendo mundos?
Pusilánimes pasos que ansían regresar al camino gastado, dolido, de tus ojos turbios.
Armaron este cadáver, R.R., A.R. y C.L., el pasado martes 24 de octubre, en el mismo café del mismo teatro.
Algebra uno, sumar momentos, restar culpas, crear un resultado según mis intenciones y despegar la lección de la pizarra del tiempo.
Pero tus ojos, abriéndose, son dos lunas pariendo versos que de tus senos penden.
Entonces bajo, adentro, espaciando los recortes hallados.
Igual emitimos juicios, todos, apedreamos a la prostituta, que era cierta con cara de cerdo, luego todos al espejo e indiferentemente se asomaba el cerdo en cada reflejo.
Pero qué risa la tuya, se me desprenden todos los eneros...
Podría alzar un par de cuervos y... lanzarlos o morderlos.
Algebra Dos, estuve ausente, enseñaron a desconfiar del resultado...
Y qué carajo! El grito me viene cuando entre las lunas tuyas, contamino las mías...
Avanzo dos pasos en falso, retrocedo tres y brinco cuatro.
Revisé la lonchera, había un mensaje y una foto: "corre, te estás deshaciendo" - decía el papel.
Y es que, qué pecho abrimos, sino ese propio? Qué fin es más digno, sino el de tres manos abriendo mundos?
Pusilánimes pasos que ansían regresar al camino gastado, dolido, de tus ojos turbios.
Armaron este cadáver, R.R., A.R. y C.L., el pasado martes 24 de octubre, en el mismo café del mismo teatro.
Comentarios
he dicho!
Mascaró
:)
Saludos!