Anoche fui al cine, nada especial, una comedia romàntica: Casanova. Pero me divertí... ¿Con quién? Con Migo Misma, ¿la conocen? Bueno, el caso es que ahora soy de nuevo una niña mimada (¿alguna vez dejè de serlo?), y le pedì a mi papá que me fuera a recoger a la salida del cine. Pero tocaba esperar, ¿qué hacía mientras? Me metí al bar del Mall San Pedro, creo que se llama Fusión. Pedí un margarita, mi coctel favorito. Tocaban trova..., hasta las imágenes de los televisores estaban entretenidas... hasta que ¡zàs!, me sale el primer borracho de la noche: - (Con acento mexicano, y además, ebrio) Fíjate que yo quiero llamar a un mariachi, y dedicarte una canción, porque eres tan linda... ¿te gustan los mariachis o te gusta esta música? - (Ni contarle que adoro las serenatas) Pues, sí, me gusta la trova. Pero no, gracias, así estoy bien. - ¿Te invito? - No, gracias, ya pedí. - Mira, es que fíjate que voy a abrir un bar acá en Costa Rica, y me gustaría invitarte. - No, muchas gracias. Mirá, ...
Comentarios
Saludos.
Saludos nuevos.
el problema es q yo me estoy ahogando... ya me cansé de flotar
ahora, hay lagos (el de Nicaragua por ej) que se comportan muy similar al mar, por lo tanto esa estabilidad la encontramos mas hacia el centro (recordando que en el mencionado hay tiburones de agua dulce)...
que con esto parla? siendo creativos prodiamos deducir:
es en el centro dondre encontramos la estabilidad... luego esta es la que nos lleva a ser indiferentes ante aquel peligro inexistente para esta zona(olas y demás metafóras).
el secreto esta en no darle mucha importancia a la que no lo merece (casi nunca nada).