Fantasía tropical
Caminaba por la acera mientras mis caderas de pronto eran una enorme sandía, que agitaba su jugo al andar.
A mi lado pasó un moreno que olía a aceite de palma... Mientras, yo tomaba un helado batido de nieve de limón (me subí al autobús). Me senté al lado de una chica que olía a fruta.
Hacía mucho calor y empecé a sudar zumo de naranja.
Me bajé del autobús y de frente me topé con el vaho del horno abierto de la panadería. Caminaba por la Avenida Central y los músicos tocaban y cantaban con sus viejos instrumentos:
"Que se quede el infinito sin estrellas
o que pierda el ancho mar su inmensidad..."
Me quedé con la imagen de unos ojos que más bien eran cases partidos. Me subí al otro autobús, y me senté a su lado: dormía.
Largo viaje para tanto calor. Mordería tu carne de mango, pero en ésta me bajo....
- Con permiso.
La humedad hizo que empezara a llover.
Comentarios
Un hombre también hubiera incluido papayas y melones... queeeee riiiicos mmmmm!!! ;)
que viajes! mas bueno cristibel, y luego llovio! con este calor y llueve, dias raros...
dias de cambio...
:) feliz feliz
con una mano rápida y tan pura
que no menoscabó su arquitectura
y probé su amargura, sin embargo."
M.H.
Me esperaré al viernes :P
SALUDOS!!
comer jamás será igual :D:D