Hasta la raíz
- De lo que estoy segura, es que siempre habrá un lugar para vos aquí - le dije señalando mi corazón -, y que siempre habrá un lugar para mi acá, le dije poniendo mi mano sobre su pecho desnudo. Apoyé mi cabeza en su torso y se me aguaron los ojos.
Aún hoy la telepatía es posible entre nosotros, aunque estar juntos no lo es. Basta invocarte para verte aparecer. Basta verte para que mi corazón lata más fuerte. Basta soñarte para volver a añorarte.
Un beso trémulo, un baile en medio de la pista, una foto desenfocada, una historia enviada por Messenger, una mariposa morpho, tu perfume, el perfume que me regalaste, una hoja seca en la que formé un corazón, mientras estábamos sentados espalda con espalda, mi cumpleaños número 38, tu cuerpo sobre el mío, tu cabello y tus grandes ojos mirándome, devorándome.
¿Cómo olvidarte? Si te recordé esta Vida y no te dejaré ir la próxima. En esta sólo deseo que seas feliz, y ante la mínima duda, sabés dónde encontrarme, así pasen 20 años.
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