Remendar el vínculo
Hace nueve años, cuando vivía en la playa y mi Vida era toda fiesta, amores y desamores, sentía, como siempre, la necesidad de encontrar mi centro. En esa búsqueda, fui a buscar una bruja al pueblo más cercano. Mi día libre cayó domingo, y aparentemente para las brujas también lo era, porque la única que encontré dispuesta a ayudarme me cobraba 20 rojos por atenderme, siendo día feriado. Me pareció exagerado, y me devolví a la plaza del pueblo para pedir ride. Casualmente, el que me llevó de vuelta a Paradisus era uno de los hijos de la bruja. No recuerdo con detalle de qué hablamos, pero tuvimos una conversación filosófica sobre la Vida y el amor, que me hizo pensar que todo lo que yo necesitaba era ser escuchada, y no de los servicios de una bruja. Algo así sentí ayer al medio día, cuando decidí hacerle caso a mi madre, y cocinarle a mi papá antes de salir con mi beba. Se trata del amor, se trata de hacer las cosas a partir del amor y no de la ira. ¿Qué pasó con la niña y el pa...