Me senté en una banca, a esperar a mi amiga. Esperé todo el día a que llegara ese momento. Pensé en qué debía decirle. En realidad lo mejor que podía hacer era acompañarla. En la mañana no pude hablar con ella: estaba inconsolable. Mientras esperaba vi a la gente entrar y salir. Traté de concentrarme en mi lectura. Fui a la panadería más cercana a comerme ansiosamente una oreja descomunal, y aún no llegaba... No quisiera que tuviera que pasar por esto. Ni ella ni su familia. Mucho menos en las circunstancias en que sucedió: inesperada y violentamente. No me hubiera enterado si un viejo amigo en común no me hubiera avisado: no veo noticias. ¿Por qué? Una de las razones, la muerte de Pamela es un suceso más (o quizás no por las circunstancias en las que, desgraciadamente, esta familia nuevamente es noticia). ¿Qué hay de la denuncia? ¿del periodismo que cuestiona, investiga y enfrenta? Los culpables fueron detenidos ¿hasta cuánto tiempo? Hace unos días hablaba con mis amigos cófrades sobr...