Entradas

Mostrando las entradas de septiembre, 2007

Reminiscencias de un fin de semana

Bailaba, bailaba porque también le bailo a mi dolor (y sí, necesitaba que me vieran bailar). C se acercó y me dijo: - "M dice que si usted lo quiere". - ... Sí, lo quiero como jefe. Usted sabe que en este momento ningún hombre me impresiona. Ni siquiera ese muchacho tan guapo con el que bailó usted, por ejemplo. C corrió con el recado. Y luego me acerqué a don M, le agradecí por todo, porque me trataron como una reina. Y le dije: - Me gustaría trabajar en su empresa. Y sí, realmente me gustaría. Don M me parece un ejemplo como empresario, como la empresaria que quiero ser. Don M es multimillonario. Mi propia madre me dijo cuando le conté que se haría de la vista gorda. Pero no es lo que busco, no es lo que quiero. Cuando llegamos al apartamento de C, le pregunté: - ¿Qué le dijiste a Don M? Y ella me dijo: - Nada, que en este momento usted no está interesada, per que tiene el corazón enfermo.

Lágrima suspendida

Imagen
"Yo sólo quise amarte, tanto como pudiera en un instante..." Cada inicio es una apuesta: pensar en qué nos espera... es inútil. Tanto como deshacerse en la añoranza del "no fue". Ser, estar, amar, caer, levantarse: son decisiones. Mi premisa es, hacer de cada momento, un instante mágicamente impredecible. Gracias por ser y estar, mientras fuiste y estuviste.

Este mono llamado Ego...

Imagen
Es un traidor. Se la pasa acosándome todo el día. No me deja concentrarme. Me asalta con sus ideas castrantes y subversivas. No me deja en paz. "¿Por qué un mono?", se preguntarán... No lo sé. Es así como lo describe mi instructor de yoga. En realidad no estamos muy lejos de ser monos... dizque pensantes. Cuando solía ser estudiante gnóstica, el maestro nos hablaba no de un Ego, sino de muchos, llamados "yoes"(es decir, muchos "yo"), a los que había que matar con ayuda de la Divina Madre Kundalini. Sean uno o varios, el punto es que no me dejan tranquila. Y ahora que me he hecho aficionada a las fábulas manga, asocio que mi conflicto, no es más que una lucha constante, contra mis propios monstruos. La lucha que tenemos todos. La vaina es tener la conciencia despierta. Si no, del todo no me daría cuenta, ¡ja! Lo importante es que no me llegue a autodestruir, como lo suele hacer mi instinto masoquista. ¡Maldito mono de cuerno!

El Club del Abrazo

- Necesito un abrazo. - Un poco más fuerte... Así, gracias. - ¿Que qué tengo en las mejillas? Nada, sólo es agua salada.