Lento

Un año y tres meses de soltería. Cuando lo común es que una relación le majara los talones a la otra. Y bien, llega el momento en que hacen falta los besos, los abrazos (pero no los esporádicos, no de los que te encontrás en una esquina), amanecer junto a alguien que amás y que te ama. Pero resulta que una se acostumbra, a andar por aquí y por allá sin rendir cuentas, a inventarse cada día con espontaneidad total. Y eso no tendría que cambiar si compartís momentos con alguien. Aunque para algunos cambia, sí. Dejan de ver a sus amigos y no tienen tiempo ni para sí mismos. A mi me ha pasado.

Y entonces ahora me encuentro en medio. Quiero y no quiero. Y ante la contradicción, pues sólo me río de mi misma. Dejarme llevar siempre es la puerta que tomo en estos casos. Sólo que quiero hacerlo lento.

Comentarios

Franklin dijo…
Cierto, tiene su ingrediente triste, pero que rico encontrar esas pausas amorosa en la vida, que le den a uno tiempo para hacer gargaras y dormir la resaca de la anterior.

Salud por esos momentos
Ventolin dijo…
yo me acuerdo de cuando estuve en ese estado. me reia de mentiras, luego volvi a estar con ella con miedo y luego... luego me equivoque.
Anónimo dijo…
Ya te comenté mi patética y triste historia. Pero de todo aprendemos los seres humanos en la vida, todo es un aprendizaje constante, de las buenas y malas experiencias,de los triunfos y los fracasos,del amor y de las sequías e impasses amorosos. Así que tomemos la vida por los cuernos y dejemonos llevar sin perder la fe y la sonrisa. Muy buen blog, felicidades por la escencia tan femenina que tiene!
Desvelo Producciones dijo…
A la soledad se le debe de sufrir como tal, no conviene abandonarla.

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